En un hecho que pudo haber terminado en una tragedia, la Policía de Brasil desarticuló un intento de atentado durante el histórico concierto gratuito de Lady Gaga en la playa de Copacabana, que atrajo a más de dos millones de personas. El evento, que se presentaba como un espectáculo masivo sin igual, estuvo a punto de ser marcado por la violencia, cuando se descubrió un plan para detonar un explosivo casero en medio de la multitud. La investigación, que se mantuvo en sigilo para no alertar a los asistentes, desveló la peligrosidad del atentado y sus posibles consecuencias.
Bajo la operación “Fake Monster”, las autoridades brasileñas arrestaron a dos implicados, un adulto detenido en Río Grande do Sul y un adolescente en Río de Janeiro. Ambos pertenecían a un grupo que promovía actos violentos en las redes sociales, utilizando la figura de los fanáticos de Lady Gaga para reclutar a jóvenes, algunos de ellos involucrados en actividades relacionadas con el odio y la violencia. Según las investigaciones, este ataque era parte de un desafío colectivo para ganar notoriedad digital, explotando el gran número de personas reunidas en Copacabana.
La Policía de Brasil ejecutó más de 15 allanamientos en diversas ciudades del país, incautando dispositivos electrónicos que serán fundamentales para profundizar en la investigación. Las autoridades destacaron la efectividad de la operación para evitar lo que podría haber sido una tragedia de proporciones inimaginables. Además, enfatizaron la importancia de proteger a los más jóvenes de caer en redes extremistas que promueven contenidos peligrosos y discriminatorios, especialmente contra la comunidad LGBTQIA+.