La masacre de 13 trabajadores de seguridad en los socavones del distrito de Pataz, en La Libertad, tuvo como móvil el millonario robo de material aurífero. Según testimonios ante la Fiscalía contra el Crimen Organizado, un grupo armado al mando de Miguel Antonio Rodríguez Díaz, alias «Cuchillo», irrumpió violentamente en las instalaciones de Libmar SAC, empresa contratista de la Compañía Minera Poderosa, para apoderarse de 200 toneladas de mineral sin procesar.
Los atacantes, armados con fusiles, habrían asesinado a los vigilantes el 26 de abril y luego utilizaron camiones para transportar el cargamento durante los días siguientes. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados ocho días después, el 3 de mayo. En ese tiempo, la organización de “Cuchillo” habría tenido libertad total para extraer y movilizar el valioso material, que podría representar hasta 800 mil dólares en el mercado negro.
El informe fiscal también revela que el ataque habría estado motivado por disputas previas entre Rodríguez Díaz y Segundo Cueva Rojas, dueño de Libmar SAC y otros negocios mineros en la zona. Las autoridades apuntan a que este crimen no solo fue un robo planificado, sino parte de una guerra por el control territorial de los socavones, donde bandas conocidas como «parqueros» ya venían operando con violencia desde hace meses.