La Corte Suprema de Estados Unidos concedió este lunes una solicitud de emergencia presentada por el gobierno de Donald Trump y suspendió temporalmente la orden que protegía de la deportación a unos 350 mil venezolanos amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS). Aunque no elimina la medida, el fallo permite que se siga litigando el caso, dejando a miles de migrantes en un limbo legal y laboral.
La decisión revierte momentáneamente el fallo del juez federal Edward Chen, quien en marzo había bloqueado la cancelación del TPS al considerar que la medida del gobierno “huele a racismo”. El exmandatario republicano, conocido por sus políticas antimigrantes, impulsó la revocatoria del TPS a través de su secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, argumentando que mantenerlo es “contrario al interés nacional”.
Organizaciones de apoyo a migrantes, como el Venezuelan American Caucus, denunciaron la medida como un acto xenófobo y racista contra quienes huyeron de la crisis venezolana. Paralelamente, Trump ha invocado una antigua ley de 1798 para deportar a venezolanos acusados de ser parte de pandillas, como el Tren de Aragua, medida que también fue cuestionada por la Corte Suprema y ahora será evaluada por un tribunal de apelaciones.