Según reveló Cuarto Poder, el médico cirujano Mario Cabani encargó un análisis a un experto en grafotecnia, quien determinó que la firma que figura en el Decreto Supremo N.° 017-2023 presenta notorias diferencias con otras 17 firmas legítimas de Boluarte. “No son iguales. Hay disimilitud en forma y en características grafo-intrínsecas”, concluyó el perito Julio Espejo Quevedo.
En detalle, explicó que la firma en cuestión tiene letras más redondeadas y legibles, mientras que las firmas auténticas son angulosas, más simplificadas y difíciles de leer. Además, se detectó que quien falsificó la firma en el decreto también habría firmado una carta enviada al mismo médico, con fecha 3 de abril.
Cabani, por su parte, ha respondido con una carta notarial en la que exige a la presidenta que deje de intimidar al personal de la clínica. “No entendemos su capacidad de estar en dos lugares a la vez”, se lee en la misiva, en referencia a su hospitalización mientras supuestamente firmaba documentos oficiales.