Una intervención del Grupo Terna de la Policía Nacional dejó al descubierto una dura realidad en El Agustino: un niño de solo 9 años lideraba una banda de menores que asaltaban pasajeros en buses. Bajo amenazas con cuchillos, tijeras y otros objetos punzantes, los menores arrebataban pertenencias a los usuarios, según el testimonio de las víctimas.
El pequeño, al ser intervenido, confesó entre lágrimas que estaba por cumplir los 10 años y que “asaltaban hasta que llegó la policía”. La captura de Los Chavitos de Santoyo ha generado preocupación entre especialistas en niñez, pues pone en evidencia cómo la falta de oportunidades y el abandono social empujan a menores a formar parte de redes criminales desde edades tempranas.
Pedro Rojas, jefe del Escuadrón Verde, resaltó la urgencia de que el Estado, la comunidad y las familias trabajen unidos para prevenir estos casos. “Estos niños no nacieron delincuentes, han sido abandonados por el sistema”, afirmó. El caso ha sido derivado al DEPINCRI de El Agustino. De acuerdo con el Código de Responsabilidad Penal del Adolescente, los menores involucrados podrían ser internados hasta por 8 años si tienen entre 14 y 16 años, pero el menor de 9 no puede ser procesado penalmente.