Una hemorragia interna masiva, producto de un fuerte golpe, fue la causa de muerte de la joven brasileña Juliana Marins, quien cayó desde una altura de 600 metros mientras visitaba el cráter del volcán Rinjani en Indonesia. Según el informe forense, la víctima sufrió lesiones graves en casi todo el cuerpo, principalmente en la espalda y las piernas, lo que le provocó fracturas múltiples y daños en los órganos vitales.
Juliana sobrevivió a una primera caída y fue vista con vida pidiendo ayuda. Sin embargo, una segunda caída agravó su estado antes de que los rescatistas pudieran llegar. Su cuerpo fue hallado tres días después con la ayuda de un dron térmico. La operación de rescate se complicó por la niebla, el terreno inestable y la falta de visibilidad, lo que impidió el uso de helicópteros.
La familia en Brasil cuestiona la lentitud del operativo, considerando que una respuesta más rápida pudo haber cambiado el desenlace. El equipo forense descartó la hipotermia como causa de muerte y aún se esperan los resultados toxicológicos para completar el informe final.