Una grave falla en la coordinación entre la torre de control y la tripulación de un vuelo comercial puso en riesgo la vida de 600 pasajeros la noche del viernes 23 de mayo en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. El vuelo Copa 131, procedente de Panamá, estuvo a punto de aterrizar en una pista que se encontraba clausurada por mantenimiento.
Según los audios difundidos por el programa Panorama, el piloto alertó en varias ocasiones que se dirigía hacia la pista 16 Izquierda, cerrada para operaciones, pero la controladora aérea autorizó el descenso en ese punto. La maniobra de emergencia solo se activó a último momento, cuando otro avión se desplazaba por la zona, evitando así un posible accidente.
La controladora Jasy Mendoza Guerra, quien ya fue involucrada en un incidente previo en noviembre de 2022, está en el centro de la polémica. CORPAC ha deslindado responsabilidades hacia la tripulación de Copa Airlines, aunque las comunicaciones muestran que la torre tuvo múltiples oportunidades para corregir la trayectoria y evitar el peligro.