Durante cinco años, Edwind Benavides Panez fue considerado un trabajador ejemplar en el almacén de una tienda de celulares de alta gama en el Jockey Plaza. Sin supervisión directa y con acceso total al inventario, aprovechó su posición para ejecutar un robo sistemático: más de 400 iPhones fueron sustraídos sin levantar sospechas, según revelaron las cámaras de seguridad.
El implicado utilizaba su propia laptop para crear y escanear códigos de barra falsos, simulando que los dispositivos aún se encontraban en stock. Luego los colocaba en cajas separadas y las entregaba a un cómplice en los baños del centro comercial. La operación delictiva, que se extendió por meses, fue descubierta tras inconsistencias en el inventario y una investigación liderada por la Policía Nacional.
Las autoridades confirmaron que Benavides actuaba junto a su primo José Luis Cotrino Panez, y que los celulares eran vendidos en redes sociales y una galería en el Cercado de Lima por precios muy por debajo de su valor real. La empresa afectada denunció pérdidas por S/1 millón 750 mil, y el Ministerio Público ya ha solicitado prisión preventiva para los implicados por robo agravado y receptación.