Una fuerte explosión en un tanque de combustible desató un incendio de gran magnitud en la refinería más grande de Ecuador, ubicada en la ciudad costera de Esmeraldas. Las llamas y el humo negro fueron visibles desde varios puntos del distrito, generando pánico entre los vecinos que reportaron un estallido y olor a gasolina. El incidente trajo a la memoria de muchos el trágico incendio de 1998 en esa misma zona.
Ante el riesgo de una tragedia mayor, las autoridades evacuaron a todo el personal como medida preventiva. Aunque no se registraron víctimas mortales, cinco personas fueron atendidas por problemas respiratorios. La ministra de Energía confirmó que el fuego fue completamente controlado gracias a la rápida acción de brigadas internas, bomberos y equipos de seguridad.
La estatal Petroecuador suspendió temporalmente las operaciones de la planta, que procesa más de 100 mil barriles diarios. Aunque el gobierno aseguró que el abastecimiento de combustibles está garantizado, este cierre representa un golpe importante para la industria petrolera ecuatoriana, vital para su economía. La refinería de Esmeraldas es considerada una pieza clave en la producción nacional.