El huracán Erin, que se aproximó este jueves 21 a la costa este de Estados Unidos, desató oleajes peligrosos e inundaciones en Carolina del Norte y Virginia, a pesar de no tocar tierra. Las marejadas ciclónicas se extendieron a cientos de kilómetros del ojo de la tormenta, impactando especialmente a las islas más expuestas de la región.
En los Outer Banks, las olas cubrieron la carretera 12, la principal vía de conexión entre islas, dejando tramos intransitables y afectando estacionamientos y calles costeras. Autoridades locales reportaron daños materiales y emitieron advertencias a los residentes.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) pidió a la población de toda la Costa Este evitar ingresar al mar, ya que las corrientes generadas por Erin representan un riesgo de muerte para los bañistas. A pesar de mantenerse mar adentro, el sistema mostró la fuerza suficiente para alterar la vida en las comunidades costeras.