El excanciller Javier González-Olaechea sorprendió en la ceremonia de cambio de mando de la Cancillería al optar por recitar un poema de su autoría en lugar de un discurso formal. En su intervención, presentó el poema El honor de servir, que será parte de un próximo poemario. «No leeré un discurso tradicional, pero lo entregaré en breve», comentó González-Olaechea antes de comenzar.
El poema, cargado de reflexiones sobre el servicio público y el amor a la patria, resonó profundamente entre los asistentes. González-Olaechea recordó que el servicio no solo es un deber, sino una forma de honrar a quienes confían en uno. A lo largo de su intervención, mencionó la importancia de la dedicación, el respeto a los demás y el legado de sus antecesores.
Este acto marcó su despedida oficial como ministro de Relaciones Exteriores, donde agradeció tanto a sus colaboradores como al público en general. El emotivo momento fue un cierre simbólico a su carrera en el servicio público, destacando la gratitud y el compromiso con el país.