Europa vive uno de los veranos más extremos de los últimos años. Una ola de calor sin precedentes ha dejado al menos ocho personas muertas y ha obligado a activar alertas en países como Portugal, Grecia, Croacia, Suiza y Austria. Las temperaturas han alcanzado hasta 46 °C, desatando incendios y generando una crisis de salud pública en varias regiones.
Francia decidió cerrar colegios ante el riesgo que representa el calor para los escolares, mientras que en Italia se ha restringido el trabajo al aire libre durante las horas más intensas del día. España, por su parte, confirmó que esta es la temporada más calurosa desde que existen registros, enfrentando además incendios forestales incontrolables.
Incluso en Alemania, Países Bajos y París, donde no son comunes estas temperaturas, se decretó alerta roja. Las autoridades decidieron cerrar escuelas e incluso clausurar temporalmente el último piso de la Torre Eiffel debido al intenso calor. Europa entera se prepara para enfrentar días críticos.