Nuevas revelaciones salpican a la presidenta Dina Boluarte. El exasesor Jaime Villanueva, ahora colaborador eficaz del Ministerio Público, acusó a la mandataria de haber gestionado directamente el archivamiento de denuncias graves en su contra, relacionadas con la represión de protestas donde fallecieron más de 50 ciudadanos. La denuncia apunta a una supuesta coordinación con la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Según el dominical Cuarto Poder, Boluarte habría sostenido comunicaciones y encuentros clandestinos en los que se negociaban decisiones fiscales a cambio de favores políticos. Uno de esos encuentros habría sido en Miraflores, en las oficinas del abogado Óscar Nieves, donde también participó su hermano Nicanor. El objetivo, según Villanueva, era lograr el archivo de procesos y la salida del jefe de la Sunat, Luis Vera, cuya renuncia fue aceptada en marzo de 2024.
El reportaje también denunció presiones para frenar investigaciones contra Grika Assayag, exasistenta presidencial, vinculada al caso AIONIA. Se revelaron chats donde Boluarte habría pedido evitar medidas legales contra ella, temiendo que revelara información sensible. El Ministerio Público ya ha dividido este escándalo en tres casos: protección a Assayag, favores a Otárola y el intento de encubrimiento en las muertes durante las protestas. La presidenta no se ha pronunciado hasta el momento.